ARTESANÍAS DE BARRO
El proceso artesanal: Una danza entre manos y fuego
El arte de moldear el barro es un proceso que combina habilidad, paciencia y dedicación. Cada etapa es realizada con esmero:
- Selección del barro: Se extrae cuidadosamente de las tierras locales, garantizando su calidad.
- Amasado: El barro se trabaja manualmente hasta obtener una textura homogénea.
- Moldeado: Con técnicas tradicionales, las piezas toman forma, reflejando la creatividad y experiencia del artesano.
- Secado y cocción: Finalmente, el fuego aguanta las piezas, dándoles resistencia y un acabado único.
El proceso artesanal: Una danza entre manos y fuego
El arte de moldear el barro es un proceso que combina habilidad, paciencia y dedicación. Cada etapa es realizada con esmero:
- Selección del barro: Se extrae cuidadosamente de las tierras locales, garantizando su calidad.
- Amasado: El barro se trabaja manualmente hasta obtener una textura homogénea.
- Moldeado: Con técnicas tradicionales, las piezas toman forma, reflejando la creatividad y experiencia del artesano.
- Secado y cocción: Finalmente, el fuego aguanta las piezas, dándoles resistencia y un acabado único.
Cera - Taquil, Loja
Desde sus ancestros y en la actualidad los moradores, una parte se dedican a la agricultura y ganadería, otros como profesionales en diferentes ramas del quehacer humano, contribuyendo con su trabajo para el desarrollo de la Provincia sin olvidar su lugar natal. Es muy importante destacar la elaboración de cerámicas de arcilla en el barrio Cera.
La Parroquia de Taquil cuenta con un sistema productivo de calidad, referenciada en los mercados de Catamayo y Loja.
Actividades económicas no explotadas
• Ecoturismo
• Artesanías
• Música
• Agricultura orgánica
• Microempresas agropecuarias y artesanales
El barrio Cera, perteneciente a la parroquia Taquil, en Loja, cuenta con un clima agradable, hermosos paisajes pero, sobre todo, es famoso por las tradicionales ollas de barro y demás objetos que se elaboran con arcilla y arena.
Tanto en la entrada principal como al llegar a este sitio, hay una olla de barro gigante que anuncia que este sector de la provincia se dedica a esta actividad, sustento diario de alrededor de 160 familias que viven de este arte. La mayoría son mujeres, quienes aprendieron a trabajar la arcilla gracias a las enseñanzas de sus padres y abuelos.